HIMNO DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA

miércoles, 20 de julio de 2016

Los leales hijos del Cid

LOS LEALES HIJOS DEL CID

Que el separatismo sea quier lobo feroz para la idílica convivencia de los españoles quier grato compañero de viaje para la salvación de España depende simplemente de lo que convenga en cada momento al señor Rajoy, a sus acólitos y por ende a sus escuderos mediáticos.

Ya se sabe que lo que un día fuera amenaza, justamente combatida por los leales hijos del Cid, deviene el ungüento amarilllo que ha de aliviar los males de nuestra sufrida piel de astado si al día siguiente estos se cambian de camisa, ¡vaya que no es higiénico llevar puesta siempre la misma!

Así que ya estáis viendo cómo nuestros diestros son únicos manejando la muleta y el estoque en el mismísimo centro del ruedo ibérico, porque es evidente que la cabra ultramontana tira al centro carpetovetónico.

No obstante, no estaría de más que invitásemos a tomar buena nota de semejante proceder, o aunque sólo fuese nota a secas sin manzanilla ni fandangos, a nuestros “patrióticos” hermanos de la "auténtica y centenaria izquierda" ya que es posible, aunque poco probable, que si lo hacen no sigan confundiendo la velocidad con el tocino ni la verdad con su apariencia.

Y a buen entendedor...

LOS LEALES HIJOS DEL CID

LOS LEALES HIJOS DEL CID

Que el separatismo sea quier lobo feroz para la idílica convivencia de los españoles quier grato compañero de viaje para la salvación de España depende simplemente de lo que convenga en cada momento al señor Rajoy, a sus acólitos y por ende a sus escuderos mediáticos.

Ya se sabe que lo que un día fuera amenaza, justamente combatida por los leales hijos del Cid, deviene el ungüento amarilllo que ha de aliviar los males de nuestra sufrida piel de astado si al día siguiente estos se cambian de camisa, ¡vaya que no es higiénico llevar puesta siempre la misma!

Así que ya estáis viendo cómo nuestros diestros son únicos manejando la muleta y el estoque en el mismísimo centro del ruedo ibérico, porque es evidente que la cabra ultramontana tira al centro carpetovetónico.

No obstante, no estaría de más que invitásemos a tomar buena nota de semejante proceder, o aunque sólo fuese nota a secas sin manzanilla ni fandangos, a nuestros “patrióticos” hermanos de la "auténtica y centenaria izquierda" ya que es posible, aunque poco probable, que si lo hacen no sigan confundiendo la velocidad con el tocino ni la verdad con su apariencia.

Y a buen entendedor...