Carta abierta a Pío Maceda por su libro NADA HA TERMINADO, editorial Laertes, 2010

     Amigo Pío:

     No puedo resistirme a hacerte un breve comentario sobre tu libro NADA HA TERMINADO de la editorial Laertes: creo que has logrado contar tus memorias en un lenguaje sencillo, directo, bien construido e incluso con pinceladas poéticas bien distribuidas. Siguiendo la cronología de los acontecimientos has sabido hilvanar los de índole personal, más apegados a lo cotidiano y afín a cualquier persona común, en este caso un profesional de la enseñanza, con los de índole social, sindical y político de los últimos cuarenta y cuatro años.

     Personalmente me he visto reflejado en muchos de los acontecimientos y vivencias que has narrado: yo también conocí antes de que vinieses a Madrid en el 81 a gente del STEM como Antonio del Molino, Carlos Cermeño, Consuelo García... Ismael Hernández llegaría después quizás algo más tarde que tú. Y a personas como Federico Martín, que tú mencionas por la experiencia del Travenco. 

     Mi primer curso como maestro fue el del 77/78 en el CP San Agustín en el Parque Los Frailes de Leganés. Así que también he conocido ese Leganés que tu describes: Cuando subíamos en invierno por el camino que conducía desde el pueblo al colegio lo hacíamos salpicándonos de barro hasta las rodillas si llovía. Ciudad dormitorio sin lugar a dudas: ladrillos, asfalto y poco más. Yo siempre digo que los nuevos vecinos de Leganés, y tal vez gran parte de los veteranos, nunca sabrán valorar suficientemente lo que se ha hecho en esta ciudad durante el periodo democrático que hemos vivido y gracias en gran medida a los gestores políticos que han tenido hasta ahora. Posiblemente los de Parla, ciudad en la que estuve destinado cuatro años desde el 81 hasta el 85 en que volví a Leganés, lleguen también a olvidar lo mucho que se ha hecho.

     Sí, amigo mío, me reconozco en las luchas por la escuela pública que tú describes, aunque nunca he querido responsabilidades sindicales, pues mi pasión ha sido siempre la docencia directa: qué gran movilización aquella del 78 en la que debutaba como activista de base y como maestro que recorría las calles de Leganés en un coche con un megáfono prestado en la sede de un partido político para proclamar los motivos de la huelga... También conocí como estudiante la del 72/73, creo recordar que fue ese curso en el que desde la E.U. Pablo Montesinos de Madrid nos unimos a los maestros en sus justas reivindicaciones. En los pasillos de la escuela y sin autorización alguna seguíamos los acontecimientos y decidíamos nuestras acciones. Desde entonces no hemos parado de defender lo público y de combatir a gente como el padre Martínez Fuertes, ¿te acuerdas de aquel personaje?, pues ha llovido mucho desde entonces, ¿verdad? Y sin embargo, y a pesar de todo, siguen con la misma cantinela de la "libertad de enseñanza" para defender privilegios; y de qué manera, Sra. Figar, Sra. Aguirre, y de qué manera...

     En definitiva, has hecho un buen trabajo: claro, ameno y refrescante para los que hemos vivido la época y los acontecimientos que narras; pero interesante también para los jóvenes que ahora nacen a su vida profesional, y espero que también como nuevos combatientes en defensa de la escuela pública.

     Antonio Capilla